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domingo, 5 de febrero de 2012

Sobre el Examen de Admisión y otras vicisitudes

     Llega el mes de febrero y las tensiones para los estudiantes pre-universitarios se acrecientan mucho más, como tradición del peruano típico, la consigna es estudiar y aprovechar al máximo el tiempo perdido en meses pasados. Para algunos, la idea está bien clara, dar el mayor esfuerzo en lo que resta para el examen de admisión, y con ello la consciencia quedará tranquila, al margen del resultado. Para otros, existe un gran nerviosismo porque el posible resultado no es alentador ya que se sabe, muy dentro de sí mismo, que hay ciertos vacíos y que la posibilidad de ingresar se relaciona más con el hecho que no vengan preguntas de esos temas que no se dominan o no hubo tiempo de aprenderlos cabalmente.

     De cualquier forma, hay mucho en juego y no se quiere mencionar el asunto, quizá después del examen lograré quitarme esta tensión, diría alguno. No obstante, enfrentar las cosas y nuestros propios demonios, es parte de nuestra vida y lo que forja la personalidad de cada uno. En mi caso, todavía sigo haciendo las cosas con algo de negligencia, como el típico peruano y eso me genera y, peor aún, me ha generado dificultades tan grandes que han marcado mi vida (no tengo pocos años). Con el tiempo, los tropiezos y las actitudes negativas se vuelven obvias y sería necio no reconocerlas ni superarlas, no obstante, siempre existen y existirán los que nunca lo harán y la vida para ellos se detendrá en el tiempo. El problema mayor sería tenerlos como amigos.

     He mejorado en el aspecto de hacer las cosas con más premura, aunque mi anticipación no es mucha, noto que para el entorno que me rodea basta, ya que no hay gran competitividad (me refiero más a la maestría que estoy llevando). Por otro lado, esperar que las cosas se resuelvan por sí solas, es simplemente tratar de no sentirse responsable ante los hechos que dependen de nosotros mismos. Odio esa frase que dicen: "las cosas pasan por algo", eso demuestra una actitud que la considero mediocre. 

     Quizás podamos nacer con alguna desventaja, sea física, económica, social, étnica, etc., pero tenemos la capacidad de superarlo todo, si nos lo proponemos,... incluso decirle a nuestros padres que no es la carrera que queremos seguir (si se da el caso).


Lido (Libertad de opinión)

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